MARIA ALEJANDRA GONZALEZ-PEREZ

Las mujeres y las preferencias de inversión financiera

Una mayor aversión al riesgo y menor confianza inversionista tienen implicaciones en el desarrollo económico y la liquidez de los mercados de capitales.

Maria Alejandra Gonzalez-Perez, Maria Alejandra Gonzalez-Perez
10 de marzo de 2019

Luego de la crisis financiera asociada a la caída de Interbolsa (la entonces más grande corredora de bolsa en Colombia) en noviembre del 2012, las mujeres fueron más propensas que los hombres a retirar sus inversiones en las dos semanas siguientes de los fondos de acciones en los cuales habían invertido. Así lo determinaron recientemente los profesores de la Universidad EAFIT James Byder, Diego A. Agudelo e Ignacio Arango gracias a una investigación publicada en el Review of Financial Economics. Los investigadores utilizaron datos de 2.780 inversionistas colombianos en el periodo 2007-2013 para responder a la pregunta ¿cómo afecta una crisis financiera las preferencias de riesgo en los mercados emergentes? Los hallazgos indican que la crisis financiera aumentó la aversión al riesgo financiero de corto plazo particularmente en dos grupos demográficos: mujeres y trabajadores independientes.

La aversión al riesgo es un tema que ha recibido bastante atención en los estudios sobre el comportamiento financiero. La aversión al riesgo puede definirse como un rasgo de comportamiento que se asocia a la preferencia para evitar incertidumbre y por ende determina el perfil del inversionista (arriesgado, medio o conservador).

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El estudio liderado por el profesor Byder encuentra varias explicaciones a su hallazgo de encontrar mayor aversión al riesgo financiero en el grupo de mujeres y empleados independientes. Por un lado, las experiencias de vida explican las actitudes hacia el riesgo. Diferentes estudios han encontrado que las personas que han sufrido experiencias negativas (despidos, inestabilidad laboral, perdidas económicas, etc.) desarrollan en crisis financieras actitudes de aversión a las inversiones arriesgadas.  Por otro lado, las decisiones sobre preferencias al invertir han sido atribuidas también a factores demográficos y socioeconómicos. Byder y sus colaboradores encuentran estudios previos que apoyan sus descubrimientos donde incluso se propone que mayores niveles de testosterona disminuye la aversión al riesgo.

Las evidencias presentadas por el estudio de Byder y sus colegas, alertan sobre la importancia de entender mejor el comportamiento financiero de las personas. Ya que una mayor aversión al riesgo y menor confianza inversionista tienen implicaciones en el desarrollo económico y la liquidez de los mercados de capitales. Y, además, al aumentar el conocimiento y el entendimiento del comportamiento, las firmas de inversionistas y agencias corredoras de bolsas, los gestores de activos y profesionales en inversiones pueden ofrecer opciones innovadoras de inversión teniendo en cuenta la aversión al riesgo.

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