En esta edición, el tema a tratar era sobre las opciones de alivio cuando una bola se encuentra en una condición anormal del campo; sin embargo, antes de hacerlo me parece importante hablar acerca de cómo dropear la pelota, pues es un procedimiento que sigue causando confusión. El año pasado, tuve el privilegio de representar a México en el U.S. Open, en Pebble Beach. En el hoyo 18, Zach Johnson me pidió ayuda, pues su bola estaba en un aspersor. Tras definir el área de alivio me alejé un poco, pero él me pidió que observara su dropeo, pues quería estar seguro de que lo estaba haciendo correctamente. En mi experiencia en campeonatos de aficionados, recientemente el LAAC y el Interzonas de Caballeros en Tres Vidas en Acapulco, sigue habiendo incertidumbre.
Uno de los cambios en las reglas que rigen el golf desde el 1 de enero de 2019 es el de dropear desde la altura de la rodilla en lugar del hombro. Este nuevo procedimiento ha recibido muchas críticas; sin embargo, es importante entender que el cambio es en beneficio de los jugadores y que no es tan complicado como parece. Dos razones fundamentales para tal decisión son las siguientes: la primera es que, al dropear a la altura de la rodilla, la posibilidad de que la bola se entierre en un búnker o en zonas arenosas es menor; la segunda, es que, al dropear más cerca del terreno, la bola generalmente no va a rodar fuera del área de alivio, evitando así el redropeo y ayudando al ritmo de juego.
Uno de los cambios fundamentales de la edición del jugador del Libro de Reglas de Golf, es que ahora se incluyen ilustraciones que nos ayudan a entender mejor los procedimientos de alivio. En este caso en concreto, cómo dropear la bola.