El Concejo de Cali tiene 21 curules.

Cali cambió la mitad de las caras del Concejo y varios concejales se quemaron en su nueva aspiración. Sin embargo, la llegada de los nuevos no representa una gran renovación, si se tiene en cuenta que la mayoría son herederos de otros concejales y estructuras de vieja data.

El alcalde electo Alejandro Eder llegará con apenas tres concejales de su línea directa, pero no tendrá problemas para armar coalición en un concejo acostumbrado a seguirle el ritmo al mandatario de turno. Pese a que la mayoría del cabildo apoyó a su rival, Roberto Ortiz, dicha mayoría también ve con buenos ojos a Eder. Incluso el mismo Ortiz, se reunió con él e hizo un llamado a apoyar al nuevo alcalde.  

El Partido de La U y Dilian Francisca Toro lograron conservar intacta su bancada. El impopular Jorge Iván Ospina tendrá a tres concejales cercanos y los polos opuestos ideológicos también ampliaron su bancada: tanto el Pacto Histórico como el Centro Democrático. Liberales y conservadores quedaron heridos. 

Como los otros concejos del país, el de Cali también tendrá que lidiar con la desconexión con los ciudadanos. Un poco más de 750 mil personas votaron para su elección, es decir, solo cuatro de cada 10 que podían hacerlo. Y sobre todo con las mujeres, pues solo habrá seis entre los 21 concejales de la ciudad.

Nuevas caras, viejas estructuras

Fueron once los candidatos nuevos que lograron una curul, todos ellos serán concejales por primera vez. Sin embargo, pese a que las caras son nuevas, sus estructuras son conocidas. “Hay personas que llegan con las líneas políticas de concejales que ya venían trabajando en el Concejo. Entonces de alguna manera ahí hay una continuidad”, afirmó el concejal Henry Peláez, del Partido de La U.

Marlon Cubillos, la única curul del Partido Conservador, es la ficha de los concejales Juan Martín Bravo y Fernando Tamayo. Carlos Patiño, del Partido Verde, fue el ungido de la concejal Maria Isabel Moreno y de su grupo político, que tiene su base en el vecino municipio de Yumbo. Y Edison Lucumí, de Cambio Radical, es el sucesor del concejal Carlos Hernán Rodríguez.

Otros no vienen con respaldo de concejales, pero sí de grandes estructuras. James Agudelo representa la corriente liberal liderada por el exgobernador Juan Carlos Abadía, imputado por delitos de corrupción.  Rodrigo Salazar, de los verdes, fue cofundador de los “Gatos”, los grupos de apoyo político y social que llevaron a la Alcaldía a Jorge Iván Ospina, de cuya administración fue secretario de Desarrollo Social y Participación. 

Por el lado de la izquierda, Maria del Carmen Londoño es la mano derecha del senador del Polo, Alexánder López. Mientras que a la derecha está Juan Felipe Murgueitio, hijo del excongresista conservador Francisco Murgueitio, quien contó con la estructura del representante uribista, Christian Garcés. 

Un coequipero de Eder es Edison Giraldo, de la coalición Cali nos Une, quien tuvo el respaldo de Somos Juntos, la organización política liderada por el exrepresentante Juan Fernando Reyes Kuri.  Hace cuatro años su concejal fue la excandidata Diana Rojas. 

También estará Daniela Plaza, la única curul de Colombia Renaciente, una de las sorpresas de la elección. Ella es cercana a la exconcejal Noralba García, actual subsecretaria de Educación. 

La votación más alta del Centro Democrático la obtuvo Andrés Escobar, el empresario que ganó reconocimiento tras dispararles a manifestantes durante el Paro, hecho por el cual está imputado por los presuntos delitos de usurpación de funciones públicas y empleo o lanzamiento de sustancias u objetos peligrosos. Ganó con los votos de opinión de la derecha y con el empujón de la senadora Maria Fernanda Cabal.

Finalmente, Mauricio Zamora se quedó con una curul del Pacto Histórico, tras varios cambios forzosos en la lista. Llega a nombre del Polo Democrático y es cercano al senador Wilson Arias.   

Los repitentes y los quemados 

El Partido de La U conservó la mayor bancada, con cuatro que serán los mismos que ejercen actualmente. Entre ellos están Audry Toro, prima de la gobernadora electa Dilian Francisca Toro, y también Henry Peláez, Carlos Arias y Tania Fernández. Su elección demuestra una vez más los sólidos cimientos de Nueva Generación, el grupo político de “la baronesa” del Valle.

“Somos un partido que trabaja constantemente en diferentes comunas, atendiendo y escuchando a la comunidad, para generar gestiones y dar respuesta a los territorios. Eso permite estar vigente y siempre en la retina de los electores”, dijo el concejal Peláez. 

También repiten los dos líderes más representativos del Partido Liberal: Fabio Arroyave y Carlos Pinilla. Arroyave va para su tercer periodo en el cabildo y Pinilla es el concejal más veterano, que va para su sexto periodo consecutivo. 

Sin embargo, siguiendo la tendencia nacional, de acuerdo con datos del observatorio Cali Visible, los liberales perdieron más del 20 por ciento de sus votos. Ni Juan Manuel Chicango, ni Juan Pablo Rojas lograron mantener sus curules.

Seguirá cuatro años más la concejal del Polo Ana Erazo, quien encabezó la lista cerrada del Pacto Histórico; Alexandra Hernández, de Cambio Radical y parte del grupo político del senador Jose Luis Pérez; y Flower Rojas, otro de los concejales más cercanos a Jorge Iván Ospina. 

A pesar de la impopularidad de Ospina, del Partido Verde y del voto castigo que impulsó la candidatura de Alejandro Éder, los verdes mantuvieron su bancada. La votación disminuyó alrededor de 16 por ciento respecto a 2019, pero se mantienen con tres concejales, todos cercanos al alcalde. 

“Los grandes ganadores de las elecciones de Concejo este año fueron organizaciones aliadas a Jorge Iván Ospina”, afirmó Alejandro Sánchez, director del observatorio Cali Visible de la Universidad Javeriana. “No creo que haya habido un voto castigo en lo más mínimo”, explicó. 

En contraste, los candidatos de opinión del Partido Verde quedaron lejos de una curul. Entre ellos, Maria Piedad Velasco y Juana Peláez, dos lideresas sociales cercanas a figuras nacionales como Ariel Ávila y Angélica Lozano. El concejal Terry Hurtado, del mismo partido, se quemó en cuerpo ajeno tras la derrota de su candidata animalista, Catherine Morales.

Pero la gran derrota de la jornada fue para los conservadores, que perdieron casi la mitad de sus votos de 2019, lo que los llevó a quedarse sin dos de sus tres curules. Los concejales Fernando Tamayo y Juan Martín Bravo no se postularon en esta ocasión y Richard Rivera perdió su curul. Milton Castrillón, quien fue electo hace cuatro años y era otro de los candidatos fuertes, se quedó por fuera.

“El partido no llenó las 21 personas de la lista. Colocaron unos nombres por distraer y luego sustrajeron los nombres y se apartaron del proceso. Eso contribuyó al bajón de la votación”, dijo el concejal Rivera. “Si el Partido Conservador sigue así en la próxima, no va a tener curules” opinó el concejal Juan Martín Bravo. 

La crisis del conservador viene de tiempo atrás. Durante el presente cuatrienio, Rivera y Castrillón se disputaron judicialmente una de las curules. Además, este año hubo diferencias en la escogencia del candidato a la Alcaldía. Pese a que el aval se lo dieron a Eder, varias estructuras acompañaron a Ortiz y el concejal Bravo denunció que el partido desconoció su precandidatura. Otro concejal, Fernando Tamayo, quiso postularse a la Gobernación, pero no obtuvo el aval.

Las constantes diferencias han debilitado al partido y varios de sus miembros se marcharon a otros, junto a sus maquinarias. “Se canibalizan entre ellos, compiten por los mismos votos y no tienen mucha facilidad de ir por votos nuevos”, explicó el profesor Rodríguez.

Continuando con la lista, los cristianos se quedaron sin representación directa en el Concejo, tras la quemada de la concejal Natalia Lasso, quien representaba a Colombia Justa Libres. Y, pese a que el Centro Democrático casi duplicó sus votos de 2019, el concejal Roberto Rodríguez se quedó sin espacio.

Roberto “El Chontico” Ortiz anunció que seguirá ocupando la curul de la oposición y con su decisión se quemó Habey Hurtado, la única carta del partido Independientes, de Daniel Quintero, que estaba en la pelea por una curul. 

Crecen los polos: efecto del paro y de Petro

Tanto el Centro Democrático como el Pacto Histórico crecieron. El uribismo pasó de una a dos curules y el Pacto de una a tres. Buena parte de ese crecimiento puede corresponder a las emociones que dejó el paro nacional que han sabido interpretar ambas colectividades.

Por el Centro Democrático, la mayor votación con 11.857 fue la de Andrés Escobar, quien se volvió célebre al ser fotografiado disparando a manifestantes en el barrio Ciudad Jardín. Su campaña se basó en un discurso de autoridad al exaltar sus excesos durante el paro. E incluso prometió destruir el monumento construido por los manifestantes.  Su campaña tuvo eco en los electores de derecha, que aún recuerdan los desmanes que dejó el estallido en 2021.

Los resultados también tienen que ver con su posicionamiento frente al gobierno nacional, lo que le ha permitido ganar vigencia y ahora votos de quienes no aprueban la gestión del presidente Petro. 

“Hubo un fortalecimiento y crecimiento del Centro Democrático en Colombia y eso tiene que ver con la oposición que se ha hecho, que ha sido seria y argumentada, en contra de un gobierno impopular que tiene al país preocupado”, afirmó Murgueitio, electo con 9.700 votos.

El Pacto Histórico logró en las elecciones legislativas de 2022 capitalizar el inconformismo de la protesta social cuando en Cali obtuvo 214 mil votos y logró cuatro representantes a la Cámara por el Valle. Y aunque esa fuerza se vio reducida porque ahora el Pacto obtuvo 83 mil votos, logró un resultado sin precedentes para la izquierda local. 

A pesar de que varios de los protagonistas del paro se quedaron por fuera de las listas de la coalición, la marca del Pacto sigue representando, al menos en las urnas, el descontento que llevó al estallido.  También sumó el respaldo de quienes se mantienen firmes con el presidente, en una plaza donde Petro conserva altos niveles de popularidad. 

El crecimiento del petrismo y el uribismo en las corporaciones contrasta con su poca competitividad en las elecciones a la Alcaldía. Al representar posiciones más radicales se les dificulta conseguir grandes mayorías, pero son precisamente esas decisiones las que les permiten afianzarse en sus nichos. 

Las cuentas que tienen alegre a Eder

El nuevo alcalde arranca solo con tres concejales que le hicieron campaña: Daniela Plaza, Edison Giraldo y Edison Lucumí. Sin embargo, no tendrá problemas para conformar una coalición. 

“Creemos firmemente en ese sueño de ciudad de Alejandro. Lo acompañamos y hemos podido caminar las 22 comunas de los 15 corregimientos de la mano con él”, afirmó Plaza. Confirmó que estará en la coalición, pero no dejará de lado el control político. 

Todo parece indicar que al tren de Eder subirán también los liberales. “La corporación tiene una dinámica, siempre va a ser primero la ciudad. Para ayudarle a la ciudad hay que confiar en el alcalde que quede. Hay que darle un voto de confianza, hay que apoyarlo en todo. Así ha sido siempre”, dijo el concejal liberal Carlos Pinilla, el mayor elector de ese partido. Anticipó que su partido apoyará a Eder, pero no ha definido si desde la coalición o la independencia.

El uribismo también lo apoyará. Andrés Escobar expresó su apoyo público por Eder incluso desde antes de las elecciones, aunque el entonces candidato lo había rechazado por su lío judicial. Y Murgueitio también lo ve con buenos ojos.  “Como alcalde electo nos ha dado tranquilidad en muchos sentidos”, dijo Murgueitio. Aunque dejó claro que, desde su perspectiva, la bancada debe mantenerse en una “independencia constructiva”.  

Además, la luna de miel entre Eder y Dilian Toro augura buenas relaciones entre el alcalde y la bancada de La U, que es la más grande. 

Los tres verdes no son tan cercanos a Eder, pero tampoco están en orillas opuestas, por lo que hay margen para negociar. Para eso será vital la labor de los enlaces políticos. Por orden de partido y por conveniencia, también podría contar con Marlon Cubillos, conservador, y Alexandra Hernández, de Cambio Radical, que pese a no acompañar a Eder en campaña, sí compartieron el logo de sus partidos.

“Tradicionalmente, el concejo en Cali ha sido muy respetuoso de las votaciones altas. Yo creo que se puede dar una ventaja a Eder”, afirmó Enrique Rodríguez Caporali, analista político y director de investigación de la Facultad de Ciencias Humanas de Icesi. 

“Él es un político nuevo, no con una tradición electoral grande, en principio no hay allí vínculos y trayectorias conjuntas. Él va a necesitar operadores”. Aunque aún no está claro quién ocupará ese rol, con Eder hay perfiles que conocen la corporación como Alexánder Durán, Diana Rojas y Carlos Hernán Rodríguez. 

“En principio, Eder tiene todas las posibilidades de armar una coalición muy amplia y sobre la mesa, no a escondidas. Eso le va a dar una posibilidad grande de cara a su gobernabilidad en el cabido”, opinó Michel Maya, analista político y uno de los principales promotores de la campaña del nuevo alcalde.

En la oposición podría estar la bancada del Pacto Histórico, cuyos líderes ya han manifestado reparos con el nuevo gobierno y son los que ideológicamente están más lejos. También Roberto Ortiz, pero con menos fiereza, pues anunció una “oposición constructiva” durante los próximos cuatro años.

Más allá de las cuentas, la experiencia y las fuentes indican que el alcalde tendrá los aliados necesarios para avanzar con su programa. Pero, por su naturaleza transaccional, el Concejo pondrá a prueba la promesa de Eder de no claudicar ante compromisos clientelistas.  La primera prueba será antes de la posesión, pues antes del 30 de noviembre el viejo Concejo aprobará el presupuesto para el próximo año, para el que Eder ya tiene planes. 

Soy el periodista de La Silla Vacía en el Pacífico. Estudié periodismo de la Universidad de Antioquia. Crecí en el periodismo universitario y cofundé el medio de comunicación La Vuelta, enfocado en periodismo para juventudes. Ahora cubro el poder en el Valle del Cauca y la región Pacífica.